jueves, 30 de abril de 2015

Los molinos de Holanda

La energía eólica lleva utilizándose en Holanda casi desde los inicios del país. Los molinos aprovechaban la energía del viento para drenar humedales, serrar madera para los edificios, moler grano para alimentar a la población y muchos otros usos industriales. Es algo que no ha cambiado con el paso del tiempo, aunque sí lo haya hecho el tipo de energía eólica utilizada actualmente. Ya no son molinos de madera o piedra los que producen la electricidad que necesita un país moderno como Holanda, sino modernas turbinas eólicas.

Molinos de Kinderdijk. / TURISMO EN FOTOS
En Holanda, la energía eólica se incluye dentro de las Renovables. El país es líder en este sector, desde los primeros molinos de viento que proporcionaban una alternativa a los molinos hidráulicos típicos de la época, hasta las modernas turbinas que aprovechan la energía eólica en tierra y mar. En el año 2009 las turbinas eólicas terrestres de Holanda, sobre todo en el norte del país, generaron casi 2.000 megavatios. En el mar, sus dos parques eólicos generan unos 250 megavatios. En comparación, una central termoeléctrica de carbón normal produce entre 600 y 700 megavatios.

Holanda es el lugar por antonomasia donde experimentar el poder del viento en carne propia. Con más de 1.000 molinos de viento históricos y numerosas turbinas eólicas modernas repartidos por todo el país, ofrece una oportunidad única para estudiar tanto la historia de este tipo de energía como el futuro del sector. Aunque los nuevos ‘molinos de viento’ son altamente sostenibles, los antiguos mantienen un carácter tan romántico y nostálgico que en Schiedam, donde aún quedan cinco molinos históricos, se construyó una turbina eólica nueva de manera que pareciese uno de ellos.



Fuente: Holland.com

domingo, 26 de abril de 2015

El Hierro: primera isla renovable

Alrededor de cuatro centurias habrán transcurrido desde que el árbol Garoé fuese arrancado de la tierra hasta la inauguración de la central hidroeólica Gorona del Viento. Las grandes hojas de aquel árbol, sagrado para los antiguos habitantes de la isla de El Hierro (los bimbaches), servían para captar el agua de niebla y, en definitiva, amamantar a todo un pueblo. Desde hoy, cuando comience a funcionar Gorona del Viento, serán cinco garoés, cinco grandes aerogeneradores, los que suministren electricidad a los hogares y empresas de la más occidental de las Canarias. En unos años, El Hierro se convertirá en la primera isla cien por cien «renovable»: será la fuerza del viento la que permitirá satisfacer íntegramente su demanda energética.

Depósito de la Central Hidroeléctrica de El Hierro. / EFE
De entrada, cuando arranquen hoy los motores, la central hidroeólica cubrirá el 10% de las necesidades del sistema insular. El objetivo es que ese 10% inicial sea ya hacia final de año entre un 70 y un 80%. Más adelante, los cinco aerogeneradores, de 2,3 megavatios de potencia cada uno, y la planta hidroeléctrica (las estaciones desaladora y de bombeo y dos grandes depósitos de agua completan las instalaciones) harán de El Hierro la primera isla capaz de autoabastecerse plenamente de energías renovables. En otras palabras, tendrá disposición para decir adiós a los combustibles fósiles, con los consiguientes beneficios medioambientales, pero también económicos.

Gorona del Viento, una vez a pleno rendimiento, ahorrará a la atmósfera las repercusiones de un consumo anual de 6.000 toneladas de diésel, es decir, el equivalente a entre 40.000 y 43.000 barriles de petróleo al año. Barriles de petróleo que El Hierro ha de importar, de modo que ese ahorro será también de fondos públicos. De momento, eso sí, la central diésel seguirá en funcionamiento, en los próximos meses para garantizar el suministro en caso de cualquier eventualidad (la central hidroeólica es pionera y, por tanto, está sujeta a imprevistos) y, en adelante, solo para aquellas remotas circunstancias en las que el viento (o el agua) no sea el suficiente para transmitir energía al sistema. En resumen, cuando la isla sea cien por cien «verde» o renovable, las emisiones de dióxido de carbono se reducirán en alrededor de 18.700 toneladas cada año. Asimismo se evitarán emisiones anuales de cien toneladas de dióxido de azufre y de otras 400 de óxido de nitrógeno. Para entender mejor estas cifras basta con apuntar que Gorona del Viento ahorrará a la salud del planeta la contaminación que generaría un autobús que recorriese 600 millones de kilómetros.



Fuente: ABC

jueves, 16 de abril de 2015

La fantasía de la energía verde

Australia no es más que la más reciente proa del barco hundido que nos advierte de que nos alejemos del traicionero camino de los mandatos, impuestos y subvenciones para energías verdes. Otros ejemplos serían los de Alemania, España e Italia. A principios de este mes, Reuters informaba del colapso del mercado australiano de la energía eólica. El gobierno del Partido Liberal de este país está cerrando el grifo de las subvenciones al sector de las energías renovables. Sin esas subvenciones, el interés de los inversores se evapora. Tanto afirmar que las tecnologías solar y eólica ya son competitivas…

Paisaje australiano con aerogeneradores. / MUNDO SOLAR
En Estados Unidos, ya tuvimos un anticipo de lo que le sucede a la energía eólica cuando de pronto se queda sin subvenciones. El anunciado fin del Crédito Fiscal para la Producción (PTC) el 31 de diciembre de 2012 secó de tal manera el caudal de las inversiones que incluso a pesar de que el PTC se reinstauró con carácter retroactivo apenas unas semanas después de su expiración, en todo Estados Unidos sólo se instaló un aerogenerador durante los seis primeros meses de 2013. Como suele ocurrir casi siempre, los costos de estas restricciones se minimizaron mientras se consideraba la propuesta. Sin embargo, las leyes de la ciencia y la economía no se pueden eliminar mediante legislación, de modo que sus inevitables costos pronto se hicieron patentes. El programa condujo a un aumento significativo del precio de la electricidad y los votantes australianos no estuvieron muy contentos al ver que los habían engañado.

Los australianos, como la mayoría de personas de todo el mundo, están más preocupados por aumentar el crecimiento económico, el empleo y tener una energía asequible que por adoptar planes costosos aunque ineficaces destinados a abordar un problema que ocupa una baja posición en su lista de prioridades. Y ciertamente, así sucede también en Estados Unidos. Las personas que en su momento se asustaron por las terroríficas predicciones de huracanes y otros sucesos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes han visto que esas visiones no se materializan. No resulta sorprendente, por tanto, que ya no estén tan nerviosos por las advertencias de un aumento del nivel del mar de cuatro o cinco centímetros o de unas tardes más cálidas en una fracción de grado de aquí a cien años. Además, ninguna de las normativas de “salvación del clima” propuestas puede ofrecer una corrección que vaya más allá de algún centímetro o fracción de grado.

Sume Australia a la lista de países que se está enfrentando a la realidad después de ver cómo se viene abajo su fantasía de la energía verde. Alemania está recortando las subvenciones verdes y construyendo nuevas centrales térmicas alimentadas por carbón para ayudar a detener el aumento desorbitado del costo de la electricidad (tres veces el costo que tiene en Estados Unidos), que amenaza a su sector industrial. España e Italia también han recortado sus normativas sobre las energías renovables, que contribuyeron a que se sumieran en una crisis financiera.




Fuente: Libertad.org

domingo, 12 de abril de 2015

El aire del desierto

Egipto vive momentos de incertidumbre, con cambios en el panorama político sucediéndose a una velocidad de vértigo. Un viento fresco que no sólo sopla en el ámbito de la política. También lo hace sobre las costas del Mediterráneo y del Mar Rojo. El país registra progresos en el aprovechamiento de sus condiciones climáticas: Egipto pretende abandonar las fuentes de energía fósiles para generar en el futuro mucha más electricidad a partir del sol y del viento. El objetivo es producir hasta un 20% de la electricidad a través de energías regenerativas en el horizonte de 2020. Los expertos creen que los recientes acontecimientos políticos no deberían alterar dichos planes.

Parque eólico de Zafarana (Egipto) / DW
Pero a Egipto le queda mucho trabajo por delante para alcanzar su ambicioso objetivo: hasta ahora, la mayor parte de la electricidad que consumen los egipcios procede de fuentes de energía fósiles. Dado que el país dispone de un número reducido de yacimientos de gas y petróleo, el uso de fuentes de energía fósiles no sólo supone una enorme carga para el medio ambiente, sino también para las finanzas públicas: "hasta ahora, el gran potencial para el uso de energías regenerativas en el norte de África apenas sí se aprovecha", explica Andree Böhling, de Greenpeace. Una circunstancia que hay que achacar a los elevados costes que supone la adquisición de instalaciones solares o eólicas.

Los primeros proyectos piloto ya están en marcha en Egipto. Iniciativas que cuentan con financiación procedente del Norte. El parque eólico de Zafarana, a unos 120 kilómetros al sur de Suez, pasa por ser el mayor complejo de energía eólica de África, suministrando a la red 1.400 gigavatios-hora anuales. La costa del Mar Rojo es uno de los mejores lugares del mundo para la explotación de la energía eólica. En su conjunto, Egipto dispone de un potencial de hasta 20.000 megavatios, correspondiente a la capacidad de 16 centrales nucleares. El parque eólico de Zafarana cuenta con la financiación, entre otros, del alemán Instituto de Crédito para la Reconstrucción (KfW, por las siglas en alemán). "Hay más proyectos en marcha", explica Charis Pöthig, del KfW: "tenemos ya un acuerdo con el gobierno para construir un nuevo parque en Gabal el-Zeit".

No sólo Egipto, sino el norte de África en su conjunto, afronta un reto en materia de política energética. El crecimiento de la población es enorme y la industrialización avanza, con el consiguiente aumento de la demanda de energía. Cada país reacciona de forma completamente diferente a dicho reto: países como Argelia, que disponen de reservas propias de gas y petróleo, acostumbran a subvencionarlas para que los precios se mantengan bajos. La víctima de esta política es el medio ambiente. "Por desgracia, muchos países norteafricanos siguen intentando contrarrestar su escasez de energía con centrales térmicas de carbón y centrales nucleares", explica Böhling, de Greenpeace.




Fuente: DW


viernes, 27 de marzo de 2015

Eólica alemana

Ante las consecuencias del cambio climático (deshielo acelerado de los casquetes polares, especies en extinción, etc.), insistentemente descritas por los científicos, y visto el constante aumento del consumo de combustibles fósiles en todo el mundo, las alternativas renovables y respetuosas con el clima adquieren importancia creciente. El viento, el agua, el sol, la biomasa y la geotermia son inagotables y no producen emisiones nocivas para el clima. En Alemania el porcentaje de las energías renovables en el consumo total de energía ya se eleva a más del 10%. Con cerca del 14% de la potencia eólica mundial, Alemania es, por detrás de China y los EE.UU., el tercer país productor de energía eólica del mundo. La Iniciativa Offshore europea en el Mar del Norte, que agrupa a Alemania y otros ocho Estados miembros de la UE, ofrece nuevos potenciales en el uso de la energía eólica. En fotovoltaica Alemania incluso fue en 2010 líder mundial con una potencia total instalada de 17.300 megavatios, por delante de España y Japón. La iniciativa Desertec, patrocinada en gran medida por consorcios alemanes, es otra gran inversión europea en tecnología energética sostenible. Según lo previsto, la energía generada por las plantas solares de Desertec instaladas en el norte de África cubrirá para 2050 cerca del 15% de la demanda eléctrica de Europa.

Aerogenerador junto a la bandera. / REVE
Las condiciones para el desarrollo de la energía eólica en Alemania son mejores que nunca. Después de la catástrofe nuclear en Japón en 2011 ya no hay futuro para este tipo de recurso energético. La energía eólica tiene un papel clave en la búsqueda de alternativas para garantizar un suministro eléctrico, que sean respetuosas con el clima y cuyo coste sea soportable.

A finales del año 2012, la capacidad eólica total instalada llegó a unos 31.300 megavatios. Sobre todo en el centro y en el sur de la república existe un gran potencial para una mayor ampliación de estas capacidades. La actualización de la ley de energías renovables a partir de enero de 2012, los precios algo menores de los aerogeneradores y los avances en la técnica eólica permiten encontrar cada vez más emplazamientos en el interior del país. 

Gracias a los aerogeneradores de alto rendimiento sobre torres con una altura de buje de 100 metros y más, ahora es posible en muchos lugares construir parques eólicos en medio de un bosque y explotarlos de manera rentable. Además, cada vez más gente en diferentes zonas del país comprenden las ventajas que ofrece la energía eólica. Los ingresos en concepto de arrendamiento e impuestos de actividades económicas para las administraciones públicas, los impulsos para las economías locales, un abastecimiento energético con futuro y la buena imagen que se gana por contribuir a la protección del clima son cada vez más importantes en los procesos de decisión para calificar unos terrenos como preferentes.




Fuentes:

jueves, 19 de marzo de 2015

Funcionamiento

Un aerogenerador es una aeroturbina (turbina que utiliza el aire para su accionamiento) utilizada para hacer funcionar un generador eléctrico. Su función es convertir la energía cinética del viento en energía eléctrica. Existen diferentes tipos de aerogeneradores pero los más utilizados, y también los más eficientes, son los llamados «tri-palas de eje horizontal».

Aerogenerador e el estado de Oaxaca (México). / REVE
La mayoría de turbinas genera electricidad desde que el viento logra una velocidad de entre 3 y 4 metros por segundo, genera una potencia máxima de 15 metros por segundo y se desconecta para prevenir daños cuando hay tormentas con vientos que soplan a velocidades medias superiores a 25 metros por segundo durante un intervalo temporal de 10 minutos.

Los aerogeneradores empiezan a funcionar cuando el viento alcanza una velocidad de 3 a 4 metros por segundo, y llega a la máxima producción de electricidad con un viento de unos 13 a 14 metros por segundo. Si el viento es muy fuerte, por ejemplo de 25 metros por segundo como velocidad media durante 10 minutos, los aerogeneradores se paran por motivos de seguridad.

El viento pasa sobre las aspas del aerogenerador y provoca una fuerza giratoria. Las palas hacen rodar un eje que hay dentro de la góndola, que entra a una caja de cambios. La caja de cambios incrementa la velocidad de rotación del eje proveniente del rotor e impulsa el generador que utiliza campos magnéticos para convertir la energía rotacional en energía eléctrica. Casi todos los aerogeneradores están formados por palas que rotan alrededor de un centro horizontal. El centro está conectado a una caja de cambios y a un generador, que están situados en el interior de la góndola. La góndola es la parte más grande que hay en lo alto de la torre, donde se concentran todos los componentes mecánicos y la mayor parte de los componentes eléctricos.

La mayoría de turbinas tienen tres palas que se encaran hacia el viento. El viento hace rodar las palas, que hacen girar el eje, y esto se conecta al generador, que convierte el movimiento en electricidad. Un generador es, pues, una máquina que produce energía eléctrica a partir de energía mecánica, justo lo contrario que un motor eléctrico. La energía del generador, de 690 voltios, pasa por un transformador para adaptarla al voltaje necesario de la red de distribución, generalmente de entre 20 y 132 kilovoltios. Las redes regionales de distribución eléctrica reparten la energía por todo el país, tanto para hogares como negocios.




Fuente: ABC

jueves, 12 de marzo de 2015

Energía eólica en EEUU

La energía eólica se hace mayor en Estados Unidos, y por ello enfrenta ahora el reto de avanzar sin los generosos subsidios federales que expiraron a finales de 2013 y ante el "boom" energético de la fractura hidráulica. La capacidad instalada de energía eólica ha crecido notablemente en la última década en Estados Unidos, y se espera que en 2014 alcance los 66.000 megavatios. En la actualidad, supone algo más del 4 % de la producción eléctrica en todo el país, y el Departamento de Energía espera que supere el 5 % en 2015. Solo en 2013, se iniciaron la construcción de proyectos eólicos que generarán 12.000 megavatios más, un récord para esta energía renovable, según datos de la America Wind Energy Association (AWEA, por sus siglas en inglés). A la cabeza están los estados del sur y el medioeste como Texas, Iowa, Dakota del Norte, Michigan y Kansas, explicó a Efe Lindsay North, portavoz del AWEA.

Parque eólico del Condado Comanche, Texas. / REVE
Sin embargo, esta consolidación como fuente de energía venía en gran medida alimentada por los generosos subsidios federales, especialmente el conocido Crédito Fiscal de Producción (PTC, en inglés) que expiró a finales del año pasado y ofrecía un descuento de 2,3 centavos de dólar por kilovatio/hora producido durante los primeros diez años de operaciones. "El sector de la energía eólica ya ha crecido. Es razonable preguntarse si merece un subsidio tan cuantioso", afirmó Michael Webber, del Energy Institute de la University of Texas en Austin.

Para las empresas, la supresión de este tipo de respaldo federal, lanzado como parte del impulso del gobierno estadounidense para doblar la producción de electricidad originada por energías renovables, supone un obstáculo. Es el caso de la española Gamesa, con presencia en EE.UU desde 2005 y que este mes anunció el cierre de una planta de producción de palas de turbinas en Pensilvania, como parte de una modificación de la estrategia de cadenas de suministro y en respuesta a la incertidumbre sobre si los incentivos fiscales desaparecerán o disminuirán. "Este cambio nos permitirá mantener el coste de la energía bajo para nuestros clientes, de modo que esta optimización del suministro nos ayudará a prepararnos además para un mercado estadounidense sin el crédito fiscal", apuntó a Efe Frank Fuselier, portavoz de la compañía en EE.UU.

A este proceso de madurez se suma el reciente "boom" experimentado en Estados Unidos como consecuencia del despegue del sistema de fractura hidráulica, que ha impulsado la producción y utilización doméstica para generar electricidad de petróleo y, sobre todo, gas que reduce en mayor medida las emisiones de contaminantes. Este método ha permitido abaratar notablemente los costes energéticos y amenaza con desbancar los esfuerzos y recursos dedicados a la inversiones en energías limpias como la solar o la eólica. Solo en 2012, la producción de electricidad originada por gas natural creció diez veces más que la que tenía como origen el viento, de acuerdo a datos oficiales de EE.UU.

En la actualidad hay proyectos eólicos en construcción en más de 30 estados en todo el país. Las autoridades están trabajando además en el desarrollo de tecnología para la producción de energía eólica costas afuera, que ya se ha iniciado de manera experimental en la costa este; y que este mes inició el primer proyecto en la costa oeste, en Oregón. El ambicioso objetivo marcado por Washington es conseguir que para 2030 el 20 % de la electricidad en EE.UU tenga como origen la fuerza del viento, y el 4 % de ella provenga de plantas eólicas costas afuera.




Fuente: EL PAÍS

sábado, 7 de marzo de 2015

Desventajas de la energía eólica

Los molinos de viento que se utilizan para generar electricidad han sido elogiados en los últimos años como una posible solución a las necesidades futuras de energía de personas de todo el mundo. Muchos parques eólicos están en uso hoy en día, y cada vez más en fase de planificación. Pero existen ciertos inconvenientes en estos modernos molinos de viento que se deben considerar antes de adoptar esta nueva tecnología. 

Costo

El problema más obvio, y la razón por la que no se han construido en algunos casos, es el costo inicial involucrado. Además de la construcción de los aerogeneradores en sí mismos, los terrenos en los que se asientan deben ser comprados o alquilados. Modificaciones en la red eléctrica, que también son necesarias para dar cabida a las nuevas fuentes de energía. Dado que muchos de estos parques se construyen en las zonas rurales o en el extranjero, el costo de transportar la energía a los centros de población también puede ser sustancial.

Aerogenerador dañado por un rayo. / EOI
Falta de fiabilidad 

Mientras que la tecnología básica detrás de las turbinas de viento es relativamente sencilla, hay otros factores que pueden hacer de los molinos de viento eléctricos poco fiables. En el caso de los patrones de clima de incertidumbre, la falta de viento sostenida en el tiempo puede dar lugar a menores niveles de producción de lo esperado. Además, los aerogeneradores son propensos a daños de los rayos debido a su altura. El costo de las reparaciones se debe agregar al costo inicial de construcción, por lo que la energía eólica es una opción menos atractiva para algunos sectores.

Impacto Ambiental 

A pesar de ser una de las formas más limpias de producción de energía disponible, los aerogeneradores tienen su propio impacto ambiental no deseado. Como la contaminación acústica, que es más común cuando los molinos se mueven a velocidades lentas, debido a bajas velocidades del viento. Algunos de ellos también han sido rechazados por ser peligrosos para las aves migratorias.

Política

Los temas políticos que rodean a cualquier nueva política energética son otro inconveniente. Reglamentos de zonificación y los requisitos de seguridad para construir un aerogenerador, o un parque entero. Además de los créditos fiscales, que pueden afectar el precio de la construcción de una manera positiva o negativa y los servicios públicos, que deben manejar las consideraciones políticas de la forma de comercializar la nueva energía, en algunos casos, permitiendo a los clientes pagar una tasa adicional de energía de fuentes renovables.

Aerogeneradores asomándose en la costa. / TWENERGY
Estética

Finalmente, uno de los problemas citados con mayor frecuencia alrededor de los aerogeneradores es la reacción respecto a su apariencia. Los habitantes de algunas regiones, especialmente los dueños de propiedades frente al mar, no ven con buenos ojos la construcción de  parques eólicos que alteran el paisaje. Por esta razón, muchos de estos parques están situados en zonas remotas o en las principales carreteras rurales.





Fuente: BURBUJA INFO

domingo, 1 de marzo de 2015

España, líder en energía eólica

El viento ha sido la primera fuente de electricidad de España en 2013, algo inédito hasta la fecha tanto en España como en el mundo, según ha informado este miércoles la patronal del sector. "España es el primer país del mundo en el que la energía eólica se sitúa como la tecnología que más aporta a la cobertura de la demanda en un año completo", según afirma la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Según datos de Red Eléctrica de España (REE), que ya habían sido adelantados a finales de diciembre, la cobertura de la demanda con eólica ha sido del 20,9%, frente al 20,8% de la nuclear.

Gráfica red eólica española. / ENERGÍA EÓLICA ESPAÑOLA 
En total, las renovables cubrieron el 42,4% de la demanda eléctrica de 2013, 10,5 puntos más que el año anterior. Por tipo de tecnología, tras la eólica y la nuclear se situó la hidráulica, que duplicó su contribución a la cobertura de la demanda con el 14,4%. Frente a esto, los ciclos combinados redujeron su participación al 9,6% y los grupos de carbón al 14,6%. La energía solar fotovoltaica se quedó en el 3,1%, solo un punto más que en 2012.

La producción eólica de 2013 ha sido de 54.478 GWh —la más alta de la historia—, lo que supone un aumento del 13,2% respecto a 2012. Según los cálculos de la asociación, esta generación es suficiente para abastecer a 15,5 millones de hogares españoles, el 90% del total. La nuclear produjo 2.337 GWh más que la eólica el pasado año, pero su contribución a la cobertura de la demanda fue menor debido a que consume más electricidad para hacer funcionar sus instalaciones, y esto se descuenta a la hora de calcular la cobertura de la demanda.


La patronal también recuerda la importancia de la eólica para rebajar el coste medio del mercado mayorita. "A principios del pasado diciembre apenas sopló el viento por el anticiclón que atravesó España, y ésta fue una de las razones de la fuerte subida de los precios del mercado eléctrico, que alcanzaron máximos horarios de 112 euros/MWh. Sin embargo, con motivo de los fuertes vientos que trajo consigo la ciclogénesis explosiva de los días de Nochebuena y Navidad, el precio del pool bajó hasta 9,18 y 5,42 euros/MWh, respectivamente. Estos records han sido posibles sin apenas aumentar la potencia instalada en el año", destacan.




Fuente: EL PAÍS

miércoles, 18 de febrero de 2015

Ventajas de la energía eólica



La energía eólica tiene claras ventajas medioambientales, en comparación con las fuentes de energía convencionales. Sus ventajas se caracterizan por su reducido impacto ambiental, significativamente menor que las fuentes de energía convencionales.

Cuando el hombre y la naturaleza aúnan sus fuerzas. /
NOELIA VELASCO.  (REVE)
Los beneficios ambientales los podemos definir como la relación de impactos que no produce y que sí son imputables a otras energías:

No existe minería, es decir, no hay grandes movimientos de terreno, ni arrastre de sedimentos, ni alteración de cauces de agua, ni contaminación por partículas, ni acumulación de residuos radiactivos...
No hay metalurgia ni transformación del combustible o, lo que es igual, no hay grandes consumos de energía, ni residuos radiactivos, ni problemas de transporte, ni mareas negras, ni contaminación del aire en las refinerías, ni explosiones de gas, ni agentes químicos muy agresivos...

Tampoco hay combustión ni fisión de combustible, lo que equivale a no accidentes nucleares, no vertidos "controlados" de productos radiactivos, no emisiones a la atmósfera de CO2 ni otros gases invernadero provocadores del cambio climático, contaminantes ácidos, gases tóxicos, polución térmica..

No se generan residuos, por lo que no hay escombreras, que además pueden arder, ni residuos radiactivos que controlar ahora y por las generaciones que, dentro de cientos y miles de años, tendrán que habitar el planeta que hereden de nosotros.

Gracias a la energía eólica y a toda la infraestructura que conlleva, se genera un número importante de puestos de trabajo; según la revista World Watch, en España se han creado más de 5.000 empleos en la industria eólica.


Al juzgar los impactos de un parque eólico, ha de hacerse en comparación al de las fuentes energéticas que éste viene a sustituir y la misma exigencia de producir un mínimo impacto ambiental debería aplicarse tanto al parque eólico como a las centrales termoeléctricas o nucleoeléctricas convencionales.

Aunque, desde un principio, se ha tratado la energía eólica como una energía ecológica, cabe recordar que toda manipulación energética conlleva un impacto ambiental y la eólica no es una excepción; por ello, la implantación y posterior funcionamiento de un parque eólico requieren de un proceso continuo de control medioambiental mediante planes de recuperación y programas de vigilancia.




Fuente: GAMESA

viernes, 13 de febrero de 2015

London Array

Sobre una superficie de 100 kilómetros cuadrados -casi del tamaño de Miami- en alta mar, sembrada de molinos blancos, se erige el parque eólico más grande del mundo, que con 175 enormes aspas se inauguró este jueves en la costa Este de Inglaterra. La instalación, llamada London Array, está tan lejos de la costa que los molinos apenas se distinguen desde tierra, en los días claros.

London Array, ubicado en el estuario del Támesis. / FFW
Según el consorcio de empresas dueño del parque -un triunvirato de capitales británicos (50%) alemanes y de Abu Dhabi- el parque eólico genera electricidad al máximo de su capacidad: 630 megavatios (MW), cuando los molinos trabajan a toda potencia, lo que podría suplir de electricidad a 500.000 hogares. El Reino Unido ahora tiene los dos parques eólicos más grandes del planeta, al sumarle al London Array al Greater Gabbard, un parque eólico ubicado en el estuario del Támesis, no muy lejos del que fue inaugurado este jueves.

Y aunque la energía eólica a veces suele ser blanco de críticas por parte de grupos ambientalistas, la diferencia del London Array es que recibió el respaldo de una de las principales organizaciones conservacionistas británicas (Friends of the Earth, o Amigos de la Tierra en español) que desde el inicio del proyecto estuvo monitoreando su posible impacto sobre el medio ambiente.

El London Array es el principal ejemplo de lo que busca el gobierno británico con el impulso a la energía eólica marina. En 2011, el Departamento de Energía y Cambio Climático publicó su intención de instalar 18 gigavatios de potencia para 2020 en distintas granjas eólicas alrededor de toda la costa de la isla. Sin embargo, aún se ubica por debajo de otros país como Alemania, Dinamarca y España ya producen, todos por encima de 20 gigavatios.

Entre los molinos se ubican dos plataformas marinas, distantes varios kilómetros la una de la otra. Su rol es fundamental para que la energía llegue a la tierra. El rol de estas dos subestaciones eléctricas es recoger la electricidad generada por cada hilera de molinos y transportarla a la subestación terrestre, situada a 52 kilómetros, a través de cuatro grandes tubos subacuáticos. Diariamente se hace una estimación del consumo de energía y, dependiendo de la necesidad, se pone a funcionar más o menos molinos.




Fuente: BBC Mundo

domingo, 8 de febrero de 2015

El Andévalo: el parque eólico más grande de España

España, siendo como es un país pionero y puntero en el uso de la energía eólica, puede presumir también de tener el parque eólico más grande de la Europa continental. Se trata del complejo de El Andévalo, que con sus 292 MW de potencia sólo se ve superado por el parque de Whitelee, en Escocia, que suma 322. Lo curioso es que ambos son propiedad de la misma empresa, y es española, Iberdrola Renovables. Cuando El Andévalo pasó a su propiedad, hace ahora cuatro años, la compañía consolidó su posición de líder en energía eólica tanto en Andalucia, con 851 MW, como en toda España, con 5.700 MW.

Parque eólico de El Andévalo (Huelva). / HUELVA NOTICIAS
El Andévalo se encuentra entre los municipios onubenses de El Almendro, Alosno, San Silvestre y Puebla de Guzmán, al sur de esta provincia andaluza. El complejo, que comenzó a funcionar en 2010, lo forman ocho parques: Majal Alto (50 MW), Los Lirios (48 MW), El Saucito (30 MW), El Centenar (40 MW), La Tallisca (40 MW), La Retuerta (38 MW), Las Cabezas (18 MW) y Valdefuentes (28 MW). 

En total, los ya mencionados 292 MW, que permiten que la producción anual de electricidad de esta inmensa planta alcance para abastecer a 140.000 hogares y se calcula que evita la emisión a la atmósfera de nada menos que 510.000 toneladas de CO2.

Fue en febrero de 2010 cuando Iberdrola Renovales se hizo con la propiedad de todo el complejo. El parque de Los Lirios fue el último que adquirió, dentro de un acuerdo de compraventa de parques eólicos en Andalucía firmado con Gamesa que contemplaba traspasos de instalaciones que sumaran un total de 600 MW de potencia. De hecho, todo el parque se ha construido con tecnología de Gamesa, utilizándose dos modelos de aerogenerador, el G90 y el G58,  que ofrecen 2 MW y 0,85 MW de potencia unitaria respectivamente.

Para evacuar la energía de El Andévalo, Iberdrola Ingeniería y Construcción habilitó para Red Eléctrica de España una nueva línea de 120 kilómetros de longitud que une Puebla de Guzmán con la localidad sevillana de Guillena. Además, el plan original contemplaba la construcción de una segunda línea que uniera Puebla de Guzmán con Portugal, con lo que la importancia del parque es también de carácter estratégico. Con la construcción de esta inmensa instalación, pudieron crearse 50 nuevos puestos de trabajo directos destinado a la operación y mantenimiento de los parques, además de los 400 operarios más que intervinieron durante la fase de construcción de El Andévalo.

Aunque como se ha apuntado la instalación funciona parcialmente desde ese 2010, el complejo de inauguró en marzo de 2011 con la presencia del entonces presidente de la Junta de Andalucia, José Antonio Griñán, y la del de Iberdrola Renovables, Ignacio Galán. Sobra decir que este complejo es el que realiza la mayor aportación a la energía eólica de la provincia de Huelva, en concreto, 292 de los 383,8 MV de potencia que hay en la provincia. En agosto del año pasado, la Agencia Andaluza de la Energía cifró en el 11,5 por ciento la aportación onubense a la eólica de la comunidad autónoma, que dentro de España es la que más ha crecido en este sector de las renovables durante el último lustro. Toda la eólica de Huelva sirve para abastecer anualmente a 164.000 viviendas.




sábado, 7 de febrero de 2015

Origen

Los primeros molinos que se construyeron fueron los llamados molinos de sangre, en los que la piedra móvil (llamada muela o volandera) era movida por animales o por esclavos. Los romanos aprovecharon la energía del agua para mover la muela; creando los llamados molinos de agua. Finalmente, los persas llegaron más allá y aprovecharon la energía del aire para conseguir el movimiento de la muela del molino. Estos molinos, que utilizan la energía eólica, fueron llamados molinos de viento. Los cambios en las técnicas agrícolas dieron lugar a la posibilidad de plantar mucho más grano con menos campesinos en el campo. Pero con tantas personas que se trasladaban del campo a la ciudad, faltaba gente para moler el grano manualmente y hacer harina para elaborar pan. Por ello, los molineros recurrieron a la fuerza del viento.

Molino persa. / DESTINO FINITO
Aunque el primer molino de viento fue creado por Herón de Alejandría, se le atribuye más esta creación a los persas. El motivo es la utilidad que se le dió en la época de Herón. Su molino servía para mover los fuelles de un órgano. Los primeros molinos de viento útiles se usaron en Persia sobre el año 500 d.C. Las aspas horizontales se encontraban entre cuatro paredes de piedra, y el viento entraba canalizado por un conducto. Los árabes poseían molinos para riego y molienda, formados por alas montadas sobre un palo vertical, cuyo extremo inferior movía una molienda. Estos molinos se difundieron por los países árabes y fueron llevados a Europa por los cruzados (aunque otros investigadores opinan que fueron los mismos árabes quienes los introdujeron en Europa). El caso es que, ya en Europa, los europeos mejoraron el diseño persa ideando el molino de torre, en el cual, las aspas se disponían en vertical. De este modo, ya sobre el año 1400 d. C. se conseguía que el viento impulsara las cuatro aspas a la vez. El molino de torre se desarrolló en Francia a lo largo del siglo XIV. Consistía en una torre de piedra coronada por una estructura rotativa de madera que soportaba el eje del molino y la maquinaria superior del mismo. Más tarde, en el siglo XVI, los holandeses y los ingleses le hicieron grandes mejoras.

Holanda, país en el que predominan los vientos marinos de cierta intensidad, fue el país europeo que contó con más molinos de viento, aunque en la España del Quijote, ya había también numerosos molinos de viento  y en Inglaterra, a finales del siglo XIX existían alrededor de 10.000. Los molinos de viento no sólo se utilizaron para moler grano mecánicamente, sino que también han servido para bombear agua de los pozos y para secar cientos de hectáreas de tierra. A mediados del S.XIX y mediante estos molinos, llamados molinos de bombeo de agua, se drenaron ámplias zonas de los Países Bajos, que antes estaban bajo el agua. Estos molinos, para bombear agua, disponen de un timón que mantiene el aspa principal orientada al viento. Actualmente aún se utilizan en las granjas y los ranchos de Estados Unidos, Australia y Sudáfrica.
Un gran adelanto en el molino fue el agregado del abanico de aspas, inventado en 1745, que giraban impulsadas por el viento. En 1772 se introdujo el aspa con resortes, consistentes en cerraduras de madera que se controlan de forma manual o automática, con el objeto de mantener una velocidad constante en caso de vientos variables. Y otro avance fue el freno hidráulico para detener el movimiento; y el uso de hélices aerodinámicas para aumentar el rendimiento de los molinos en zonas con vientos débiles.

Aerogeneradores en la Patagonia argentina. / LA PATAGONIA
En la actualidad y desde la década de 1980, los molinos de viento dieron paso a los aerogeneradores, que "recolectan", por así decirlo, energía utilizando unos generadores accionados por el viento y que finalmente, producen electricidad. La teoría de estas máquinas (según la teoría de Betz) establece que la cantidad máxima de energía obtenible del viento que pase a través del aerogenerador es del 60% . Este valor, en la práctica, se reduce al 30% debido a pérdidas aerodinámicas, pérdidas de energía en los componentes mecánicos rotantes y pérdidas en la generación y conversión eléctrica. Los aerogeneradores pueden agruparse principalmente según su potencia y la disposición de su eje de rotación. Cuánto mayor sea el tamaño de sus hélices, mayor energía son capaces de producir. Existen desde pequeños aerogeneradores de 400 W y 1m de diámetro de aspas (aplicables en la generación particular de energía), hasta inmensas máquinas de 2.500 KW. y 80 m de diámetro de aspas utilizados en parques eólicos.